La cerámica a gran escala obedece a motivos culturales.
Numerosos estudios revelan que la cerámica podría haberse originado en Japón hace unos 16.000 años.
Además, se usaría únicamente para cocinar peces y otros animales acuáticos.
Así, por generaciones, en extremo oriente la cerámica se debió emplear en la preparación de alimentos ofrecidos durante ciertas celebraciones.
Esta conducta mostraría la existencia de un método que permitía explotar una fuente de recursos sostenible.
Por lo cual se dedujo que la cerámica era para ellos un importante artefacto cultural.